Todos sabemos que en
cuanto a total de jugadores, el crecimiento del pádel ha sido enorme, con
muchas más pistas, competiciones, clubes, marcas y empresas dedicadas a ello,
pero en cuanto a federados, la cosa cambia.
Existe un fenómeno por encima de todos los demás que influye
directamente en el crecimiento de las licencias, es el relacionado con los
grandes logros de deportistas en sus diferentes modalidades o en su caso
contrario la ausencia de ellos. Caso particular se puede encontrar en el
deportista Rafael Nadal, donde sus éxitos vienen compensados con un crecimiento
en el número de licencias federativas de tenis de un 4,6%, entre los años 2005
y 2012. En cambio, hay disciplinas que se ven afectadas negativamente cuando
los deportistas españoles no cosechan éxitos. Por ejemplo, el atletismo cayó en
número de licencias un 36,3% entre 2006 y 2015. Lo mismo ocurrió con el tenis,
desde 2012 hasta 2015 ha sido uno de los deportes que más ha disminuido su
número de fichas, un 21,9%. Este descenso, a pesar de los buenos resultados
logrados por jugadores como Nadal y David Ferrer y pero sobre todo especialmente por el auge del pádel,
que es el que más se ha desarrollado en los últimos 23 años con un aumento del
1.947,41%.
Los estudios que analizan la incidencia del pádel en España
con el fin de conocer los motivos de su alto crecimiento cada vez son más
habituales. A través del estudio sobre la distribución estimada entre número de
practicantes y número de licencias federativas de pádel, llevado a cabo por
Courel, Sánchez, García y Echegaray (2017) concluyen que del total de personas
que practican deporte en España, dos de cada diez practican pádel, suponiendo
un 9% de la población total. Además, a partir del análisis de la distribución
por género se observa en los resultados el crecimiento y la alta participación
femenina que el deporte mantiene en los últimos años, alcanzando el 32% del
total de licencias federativas y un 29% sobre el total de practicantes.
En cuanto a la diferenciación entre sexo, pese a la
existencia de un mayor número de licencias de género masculino, se puede
observar un mayor aumento en el femenino durante los tres últimos años. Esta
población comprendería edades entre los 19 y 34 años. A estos datos se añaden
los obtenidos por la encuesta de hábitos deportivos en España 2015, donde se
establece una práctica en pádel por encima de la media en los últimos cinco
años con respecto a otros deportes de raqueta como el tenis. A raíz de esto,
conviene subrayar, la gran diferencia apreciada entre el número de licencias
femeninas en pádel y en tenis; hace años, el pádel femenino contaba con 2.741
licencias frente a las 25.279 del tenis, exactamente representaban un 10.84%
del total. Años más tarde, concretamente en el 2016, las fichas federativas
están casi al mismo nivel, 20.424 de pádel, respecto a 22.833 del tenis,
representando en la actualidad más del 89%.
Todo ello tiene como análisis que existe una clara pérdida
de licencias federativas de tenis y un aumento de las licencias federativas de
pádel. En los últimos seis años se ha producido un incremento de un 85% de
licencias en pádel (aproximadamente 30.000 licencias), y una disminución del
27,1% de licencias en tenis (aproximadamente 30.000 licencias).
Por lo que se puede intuir que en la próxima década el pádel
se acerque o supere el número de licencias que tiene el tenis. Con respecto al
género femenino se espera que en los próximos 2-3 años el número de licencias
de pádel femenino supere al número de licencias de tenis femenino.