El exfutbolista de 32 años falleció este martes tras ser arrollado por un tren.
El éxito profesional en el deporte a veces va más allá de levantar trofeos y ganar premios, porque el deporte va también de valores, de ser ejemplo, de sacrificio y de humildad. Y en eso Pelayo Novo, fallecido este martes tras ser arrollado por un tren, será siempre recordado como uno de los deportistas que más huella dejó con su emotiva historia de superación.
Futbolista de varios equipos de la categoría de plata y de bronce del fútbol español, una caída desde la habitación de un hotel en 2018 le dejó en silla de ruedas. Cambió el césped por las pistas para jugar al tenis adaptado, donde ya empezaba a destacar en España. Casado hace algo menos de un año, un trágico accidente le ha dejado sin vida a los 32 años.
Nació el 1 de noviembre de 1990 en Oviedo, y allí dio sus primeras patadas a un balón, vistiendo los colores de su ciudad. Su calidad en el centro del campo le hizo pronto un hueco en el primer equipo del Real Oviedo, comenzando su carrera profesional en Segunda B. Con la carbayón jugó 94 partidos en tres temporadas, en las que anotó 14 goles, antes de hacer las maletas para probar suerte en otro destino.
El Elche le dio la oportunidad de dar el salto al fútbol profesional con sólo 21 años tras una gran última campaña en Asturias, en la que hizo siete tantos. Los valencianos le ataron con un contrato de tres años, aunque allí no terminaría de encajar.
Al final de esa temporada, el conjunto eldense demostraría su confianza en la progresión de Novo renovándole por dos años más, pero buscándole una cesión para que siguiera cogiendo rodaje. Así aterrizó primero en Córdoba, donde ayudó al ascenso de los andaluces a Primera, y en el Lugo después. No regresaría al Elche hasta 2015, ya para quedarse como franjiverde hasta 2017.
Fue el Albacete el último equipo en verle vestido de corto. Llevaba menos de un año siendo futbolista del conjunto manchego -sólo había jugado tres partidos- cuando se precipitó desde la tercera planta del hotel de concentración del club en Huesca el 31 de marzo de 2018. Pasó más de 50 días ingresado en el hospital, pero sobrevivió.
No podría volver a jugar al fútbol como consecuencia del accidente, pero le dio la oportunidad de enviar un poderoso mensaje al mundo: "Cada día es una nueva oportunidad para vencer", dijo tras al volver a casa. Esa nueva oportunidad que le dio la vida la aprovechó iniciando una nueva aventura en el tenis en silla de ruedas y casándose con el amor de su vida en junio de 2022.
Novo jugó su último torneo en Tenerife el pasado mes de diciembre, terminando el año como decimotercero en el ránking nacional, lo que le dejaba a las puertas de clasificarse para el Campeonato de España. "El año que viene volveré a por ello", prometió al despedir el año.
En las últimas horas su familia, todos los que le conocieron y todos equipos por los que dio todo, lloran su pérdida. "Con el corazón roto", "rotos por el dolor", "en poco tiempo, conseguiste ganarte el cariño de toda una afición", se han despedido Oviedo, Elche y Albacete.
