El entrenador balear repasó la decisión de Rafael Nadal
La onda expansiva de la noticia todavía sigue estando activa.
Hace unos días, Rafael Nadal anunció que se retiraría del tenis
profesional después de jugar las Finales de la Copa Davis en Málaga
representando a España, provocando un terremoto en el mundo del deporte.
Con la noticia todavía viva, Carlos Moyà, entrenador del
campeón de 22 títulos de Grand Slam desde diciembre de 2016, hizo un repaso a
la decisión, así como a su aventura con la leyenda española.
“Esto es algo que iba a llegar, tarde o temprano”, explicó
Moyà en una entrevista con Onda Cero. “Durante todos estos meses había mucha
especulaciones y dudas. Puede llegar a ser una liberación tras ver cómo han
sido estos dos últimos años. Por distintas cuestiones, sobre todo a nivel de
lesiones, no ha podido ofrecer su mejor nivel, al que está acostumbrado. Es
duro y triste, pero pasa a una nueva vida. Va a ser muy feliz igualmente”.
La decisión, por supuesto, se ha ido cocinando a lo largo de
un 2024 complicado para Nadal, lleno de sinsabores.
“Siempre hemos ido a remolque”, contestó Moyà. “Todo empieza
en Brisbane, donde juega varios buenos partidos y luego se lesiona. Se pierde
el Abierto de Australia e intenta volver para jugar Indian Wells, y unas
semanas antes se vuelve a hacer daño en el abdominal”, añadió. “Empieza la
temporada de tierra batida, que era para lo que se había estado preparando, y
tiene pocas horas de entrenamiento encima. El primer torneo en el que está más
o menos bien de lesiones, con molestias pero sin limitaciones, es Roland
Garros. Tiene la mala suerte de enfrentarse a Zverev en primera ronda. Si
hubiese tenido un sorteo más agradable, y hubiese ganado un par de partidos,
quizás hubiésemos visto un cambio de tendencia”, añadió.
“Luego llegó Bastad, donde alcanzó la final, y el punto clave son los Juegos Olímpicos. Tuvo un pequeño problema físico días antes y encima juega con Djokovic en segunda ronda. Era su última gran esperanza. Ha sido un año duro y difícil. Había puesto mucha ilusión en hacer un gran 2024. De hecho, se opera el año pasado para intentar despedirse de los mejores torneos ofreciendo un buen nivel. Lamentablemente, el cuerpo no le ha ayudado a que eso pudiera ser así”.
Y tras los Juegos Olímpicos de París, las cosas se
precipitaron.
“Después de los Juegos Olímpicos se tomó unas semanas de
descanso y creo que ahí se da cuenta que será su último año”, analizó Moyà. “No
sabe de qué manera hacerlo o dónde, pero la decisión la va tomando durante esa
época. Le conozco bastante como para saber lo que piensa sin hablarnos. Desde
que perdió en los Juegos Olímpicos yo tenía claro que este sería su último
año”, continuó. “Se quedó sin objetivos claro en agosto de este año. Es un
período demasiado largo. Cuando hablamos, y nos comunica su idea, más o menos
todos intuíamos que eso iba a ser así”, añadió.
“Al final, los resultados mandan. Él atravesó momentos duros
de lesiones en los últimos años, pero seguía ganando títulos de Grand Slam. El
último que gana (Roland Garros 2022) está cojo todo el día. Tiene el pie mal,
pero juega los partidos y los gana, pero está cojo”, recordó Moyà. “Gana el
torneo, hay una mejora en el pie y vuelve a lesionarse en Wimbledon. Llega a
semifinales y no puede jugarlas, y ahí estaba a un buen nivel. A partir de
entonces, todo empieza a ponerse cuesta arriba. Prácticamente no ha tenido
semanas consecutivas de jugar sin problemas”, siguió. “Los mismos que quizás
tenía antes, pero esta vez más graves, peores. Los resultados no le han
acompañado. Estamos hablando de uno de los grandes competidores de la historia.
Empieza a ver que no puede competir para ganar los torneos. Cuando tiene claro
que esto no va a ser así, decide retirarse. La operación del año pasado, que es
la última opción a la que un deportista se agarra, es la manera de intentar
volver al máximo nivel. No ha salido bien, pero él se va con la cabeza alta y
sin ningún reproche”.
A Nadal todavía le queda un último baile, que será a partir
del 19 de noviembre en Málaga, jugando en Copa Davis con España. Una manera de
poner el mejor broche posible a su historia.
“Es cerrar el círculo”, aseguró Moyà. “El arranque de su
carrera estelar, el punto de inflexión, es la Copa Davis de 2004, cuando gana a
Roddick. Es a partir de ahí cuando empezamos a ver su verdadero potencial,
convirtiéndose en el jugador que luego hemos visto. Es muy bonito para él
despedirse así, en España y en esta competición por equipos. Será algo muy
especial, y en su cabeza está ponerle las cosas difíciles al capitán para que
puedan elegirle, sabiendo que hay grandes jugadores en el equipo”.
“Delante tendrá rivales que le pondrán las cosas muy
difíciles, aunque sea su despedida”, avisó el mallorquín. “En 2022, por
ejemplo, tuvo torneos casi milagros. Una cosa que Rafa ha tenido increíble es
que nos ha acostumbrado a esos milagros. ¿Por qué no esperar ahora una
grandísima versión? No sería un milagro, ni mucho menos. Siempre podemos
esperar lo mejor de él. Casi nunca ha fallado, y esperemos que pueda ser así en
la Copa Davis”.